martes, septiembre 12, 2006

Cuando estudiaba I. Forestal (sí, lamento hacer tanta referencia a "ese" pasado), pasé muchos momentos en que mi cerebro se estresaba, y un signo de que eso me estaba ocurriendo era un brote terrible de espinillas ciegas en la cabeza (zona del cuero cabelludo, por suerte), de esas dolorosas e insacables (no insaciables... aunque pensándolo bien....).

En mi actual vida, nada de eso había ocurrido, hasta que el sábado (sentada en la cancha de la pista atlética, en el intermedio de entre no sé qué grupos) me enteré de que debía entregar 5134546526412 "reportajes" dentro de 3 semanas, sin contar las pruebas ya fijadas para esos días.

Así, el domingo amanecí con "los huevos" saliendo de mi cabeza.

Ahora vivo con tres resaltos simples en mi cabeza, que al menor roce producen dolor.

Creo que deberé empezar a terminar con mis eternas vacaciones de inverno. Ya me parecía todo muy sospechoso. Algo se tramaban.

Por otra parte, me inquietan además:
  • la compra de una quena que desde hace tiempo quiero tener
  • que no me devuelvan las diez lucas que me deben (cuento con ellas para hacer mi celebración dieciochera)
  • pensar si sería bueno un reportaje acerca de la Avellanita
  • que yo continue con mi racha ganadora del ping pong (creo que estoy espantando a cualquier persona o persono que quiera ser mi amigui, por temor a ser vapuleado enfrente de quienes observan los partidos en el ICEI, sobre todo por una supercabra como yo).
  • no encontrar el gimnasio de la U
  • que se me quiten las ganas de continuar mis proyectos
  • que los fotologs sean más petis (vocablo adquirido de la colega de estudios que habitualmente se sienta al lado mío) que los blos.
  • Que el ojo izquierdo me siga picando.
  • no poder aprender a tiempo las canciones que debo aprender en bajo (eso, porque no tengo bajo, por tanto no puedo practicar... y, sinceramente las ganas locas necesarias para que yo me motive, no están)

domingo, septiembre 10, 2006

Me Pillaron

Así es. Me pillaron.

Hace tiempo que venía dejando innumerables pistas para que me encontraran. Y lo hicieron.

Ahora deberé tener más cuidado... o volverme más imbécil.

Tal vez opte por la segunda opción.
Mientras tanto intentaré continuar con mi flácida y engordante vida.

Y dejo mi cuestionamiento eterno:


¿Y LA CUMBIA?

Menos mal que se viene el 15 de sep. con su 18 antropulento