Palimpsesto

"Manuscrito antiguo que conserva huellas
de una escritura anterior borrada artificialmente"(*)

En el año 2000 de la era de cristo, terminaba su educación secundaria un personaje muy querido por quienes han tenido la oportunidad de conocerle. Hacia fines de ese año, nuestro querido personaje (amémosle sin conocerle aún... ¡Es que es tan adorable!), lo único que tenía claro era que de alguna manera debía ayudar al prójimo, entregarse por completo en pos del ser humano, salvar al mundo, a las ballenas, a la naturaleza, a todo. Casi una quijotada, sin Sancho Panza.
Para ello, el plan era incierto. La carrera de medicina había rondado por su cabeza los últimos once años de su vida. El anhelo era inmenso. En cierta ocasión, durante una dinámica de curso, debió escribir sobre cómo y dónde se veía en 10 años más. Un epsilon (es decir, un tiempo extremadamente pequeño) se demoró en escribir la respuesta, pues era clara: Trabajando como médico, en África (previo paso por el programa "Chile País". Porque el amor por su chilito, no se lo quitaba nadie). Sin embargo, a mediados de los 90` había nacido en Vuestro Humilde y Querido personaje (oh, bésenme los escharros que así es, aunque no le conozcan) algo que de alguna manera tendría grandes incidencias en su futuro: EL SENTIMIENTO PAJERO.
Pero no era un sentimiento pajero cualquiera, no. No era como esos pajeros que no se mueven por nada. Era un sentimiento de esos en que si algo le motivaba, podía dar vuelta al mundo... sí, sí, bastante capaz. Por el contrario, todo lo demás, le provocaba un cansancio eterno. Fue así como todo lo referente la escuela no le llamó la atención. Fue de notas bastante mediocres, que de no ser por el incentivo familiar (sus padres por sobre todo) y su inteligencia innata (porque nuestro personaje es bastante inteligente, aunque a veces esa cualidad pase desapercibida u opacada por otras características), podrían haber sido peores. Comprenderán entonces que su NEM (promedio de notas de enseñanza media) no fue malo, pero tampoco bueno: una ponderación de 641 puntos, fue el legado de sus notas. Con esto, toda posibilidad de estudiar medicina se venía abajo, porque sabiendo su condición pajera, asumía que jamás lograría sacar puntaje nacional en TODAS las áreas. Con conciencia de este suceso, nuestro querido personaje se vió perdido. Con once años pensando en medicina, jamás había pensado en otra cosa, en una opción. De hecho no lo hizo hasta pasados dos años de haber salido del colegio.
Carente de toda animosidad por pensar que sería de su vida con tan magro NEM, se decidió a posponer aquel pensamiento para dentro de un año más. Fue así como se dio la vida del oso durante el 2001, haciendo un preuniversitario. A mediados del segundo semestre de aquel año, mientras la fecha de la PAA se acercaba a pasos agigantados, le fue ofrecida casi en bandeja la posibilidad de viajar a Cuba a estudiar medicina. Su coranzonsito, un poco aturdido, saltó de emoción y le dictó a la cabeza que debían postular a tamaña opción... (continuará)
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(*) Aburrida de poner la bibliografía a las miles y miles de citas textuales que he puesto en mis escritos estudiantiles durante todo el semestre, me he dado el lujo de no poner de dónde salió la definición que puse (oh que mala soy)