Despedida (o la línea editorial)

Sí, mis estimados y estimadas, esto es una despedida.


Pero no del blog -jo-jo-jo (la navidad se está apoderando definitivamente de mí). Se salvaron, podrán seguir leyendo mis innumerables actos suicidas sociales, semana a semana y, si bogo lo permite, mes a mes.

La verdad es que he venido a dejar constancia formal de mi desaparición, esta que se ha venido gestando de a poco y acentuado con la llegada del día fatal.

Podría escribir aqui cerca de ochorrocientas mil letras referentes a lo que significa para mí lo que se viene el próximo lunes, pero no lo haré, quizás me haga bien escribirlas, pero definitivamente está fuera de mi línea bloggera, así que se quedarán guardadas por ahí, en los boletos de micro, en el papel higiénico de mi casa, en la agenda que nunca regalé y en mi block de composición de ochenta hojas. No, no, eso no es parte de la editorial de este nido.

Me traen más las cosas divertidas, ya lo habéis notado algunos, por cierto. De hecho en el blog de Serginho, el mismísimo gurú del blog, quien inauguró mi sección de "Comments", he recibido las palabras de agradecimiento por el oficio de payaso que llevo. Un honor para mí.




Pero cierto es que no tengo nada preparado para hoy, es más, me senté a escribir por respeto a quienes llegan por acá y se encuentran con esta cuestión sin actualizar (eso sonó bastante agrandado, pero bueee, soy así, aunque en el fondo soy bastante humilde). Así que me remitiré a lo hecho del día: Mi paseo por la feria.

Fui a la feria.

Volví de la feria.

(lo siento, pa quienes tengan la desgracia de comprar las frutas y verduras en los supermercados, la feria es un lugar público donde se genera el mercado, es decir, hay vendedores y compradores. Tambien hay ruido, gritos divertidos de los feriantes, ropa americana, algunos puestos de huevos, tambien hay un caballero que ahora trae catas, antes solo traía pollitos, de esos que dicen Pío- pío, está la señora de los pickles, que tambien vende mote, aceitunas, jugos en polvo, pasas (rubias y de las otras) y huesillo. Hay una abuelita simpática que vende plantas que cada vez que me ve pasar se queda mirándome y me dice lo grande que estoy ( yo le recuerdo que tengo 22, entonces ella se da cuenta que no he crecido nada, que en realidad soy la misma desde que tengo 14 años, que se ha confundido con mi hermana menor), el señor de las papas, el de las verduras, de las frutas, el heladero, ..., etc)
También hay un sol tremendo que hace que me derrita con cada paso que doy.

Me traje un cajón de frutillas.

Las tuve que lavar, sacarles a todas la parte verde, la de arriba, esa de donde se afirman a la rama de donde crecen y partirlas por la mitad (a las frutillas).

Me quedaron las manos con olor a frutilla.

Me gustan las frutillas.

Para mañana ya tendré frutillas crudas comibles. Frutillas felices, porque habrán tenido una tarde y una noche de extrema dulzura, expeliendo todo su jugo gracias al azúcar que las bañó, listas para que mañana me las coma.

Recordé mis ultimos días en la U.

Me dieron ganas de ir comer frutillas al antromapu.

Las frutillas están marcando mis temporadas.

FINE

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Muy bien mis estimados, les leo, de a poco.
Deje sus mensajes ya sabe donde.
A los que le gusta la cajita, los pueden dejar en la cajita. Ya descubrieron que es terrible de Shori, incluso adictiva para ciertos bloggeros.
Alguna fruta en especial?. Las mías son las frutillas.
Perdón por la fomedad del post, ya vendrán tiempos mejores, en que se abrirán las grandes alamedas, en que.. (me equivoqué de discurso, excúsenme). Tengo la cabeza no sé dónde.