A la cocina con...:

HOY: LIBROS CON AGREGADO Y BATIDO CULTURAL

Tome usted ese importante libro que necesita estudiar.

Dependiendo de su contenido, se puede acompañar este delicioso plato con cualquier cosa que encontremos a la mano.
Por ejemplo:
Si es un libro de matemáticas, agreguéle una calculadora científica (no queremos quedar cortos, pero si no tiene pongale una de esas de luca, que hacen las operaciones básicas y hasta sacan porcentaje).
Para los libros de historia:
Depende de que parte de la historia estamos hablando. Si es historia de Chile, lave con cloro un billete (ya sabe... el problema de estas cosas que se riegan por tierra: traen bastantes infecciones) y agregue, según la etapa que necesite memorizar. Me explico. Uno de dos lucas para la etapa de la patria nueva, reconquista y patria vieja (este billete es válido para todos los sucesos ocurridos antes de 1879, a partir de ese año solo sirve el de 10, el cual a su vez debe ser cambiado por uno de 5 lucrecias, si se quiere estudiar todo lo sucedido de mitad del siglo pasado hasta nuestras fechas). Para la historia universal, basta con escribir la etapa en un papel aparte y dejar remojar por una noche (recuerde: Ese es solo el acompañamiento)

Cualquiera sea el libro, procure picar bien los ingredientes. Para lograr ese sabor tan exquisito del saber, se recomienda cocer luego a baño maría, con sal y aceite a gusto (si lo desea, cambie el aceite por un poco de margarina, le da un sabor realmente de pelos).

Los vídeos informativos tambien son relevantes a la hora de acompañar nuestro platos. No se recomiendan DVDs, puesto que se cree que al ser un alimento transgénico, se genere una disminucion de la agudeza mental. Pero esto es solo un rumor.
Para todos los casos, el ideal es una buena conexion a internet. Se puede adquirir en La Vega por un buen valor.

Ahora bien, si lo que tiene que estudiar abarcan muchas áreas. Existe un postre realmente joroschó.
Tome todos los ingredientes necesarios (escuadras, libros, vídeos, calculadoras, etc) y métalos a la juguera. Agregue leche y saborizante a gusto.
Y ya está, disfrute su milkshake recostado en su sillón preferido y olvídese de esas odiosas noches perdidas en el estudio.