Cosas de Blós

En el año 2002, aprendí a hacer paginas web. Hice un curso básico en un instituto y ahí quedé prendida de la capacidad de internec y de todo el potencial que ahí había. Durante ese tiempo levanté varias páginas (sumamente normales y fomes) y quedaron desperdigadas por la red (olvidadas ahora). Esa fue mi entretención en aquel año... (algún día les contaré del maravilloso tiempo, casi vegetal que perdí entre el 2001 y el 2002).

Resultó que en el transcurso del 2003 se me ocurrió subir otra página. Aquí los protagonistas éramos mis entonces colegas forestines y yo. Ciertamente la página no ofrecia nada de cultura ambiental, ni forestal, ni nada por el estilo, era como una página personal, pero de grupo.
En un principio la subí para que mis compañeros vieran unas fotos que yo había sacado, ya que en aquel entonces no estaba tan de moda el gran gmail y enviarlas por hotmail era sumamente engorroso. Con el tiempo la página fue mutando hasta convertirse en nuestra página. Con nuestras fotos, nuestros comentarios, nuestra historia, nuestras biografías y mis publicaciones o actualizaciones.

Un día descubrí el mundo de los blogs. Me creé uno y lo linkee con la página (que apropósito se llamaba Jarana Forestina o forestal, no recuerdo), pero creo que debí meterle apenas un par de entradas porque me aburrió y me era más amigable la página. El nombre del blog tenía el mismo que lleva este engendro: Mi Vida de Pájaro. Porque un día alguien, no recuerdo quien, me dijo que yo llevaba como una vida de pajarito, despreocupada de todo en la vida. Y yo pienso que es verdad, pero porque es lo que me tocó vivir...

La pagina murió junto con mis ramos matemáticos (y químicos y físicos, jaja). Por falta de visitas (cien al mes era el requerimiento), nos quitaron el espacio y desapareció. La volví a levantar en el mismo sitio, bajo subterfugios que encontré en las reglas del sitio que nos hospedaba. Sin embargo su muerte estaba escrita. Nos volvieron a bajar, por la misma razón, pero no la hice resucitar. Yo también me había ido. Acababa mi vida Universitaria y la página, tan fiel que me salió, se fue conmigo.
Dejé atrás a mis colegas y me llevé unos amigos, pese a todos mis pronósticos agoreros...

Y así me quedé con ganas de subir mis tonteras cada cierto tiempo. Un semestre aguanté. Hasta que de pronto salió este loquillo, el Villouta y reencontré a los weblog.
Abrí esta cuestión que en un principio le denominaba blog, pero que ahora es blóss. En un principio me esmeré (durante una semana) en buscar patrocinadores. Pero me aburrí y me decidí a que todo fluyera. Y ahora no me dan ni ganas de ir a los blogs de los bloggeros "nuevos" que me comentan. Me da una paja dejar un comentario aunque, lo reconozco, siempre voy a sus blogs. Nunca he sido muy apegada a la formalidad, o a la lógica esperable de cuando te dejan un comentario, es decir, ir al sitio y agradecer. No es mala onda, pura paja como dije, además con mis habituales me siento bien. . Y cuando visito a mi habituales (firmes junto al nido y los demás en mi listita a la derecha de la pantalla) es como si fuera a casas de amigos a visitarlos para saber de su salud, de lo que les pasa... de cómo están. Ahí ya no es paja. Es real gana de visitar.

Y bueno, la verdad es hoy que no quería escribir esto. Pero salió. Me vine a postear para avisar que el domingo me cambio de casa. Cambio mi domicilio. De Santiago al litoral. Supongo que en algún momento volveré por alguna razón a Chaguito, así de visita no más, pero mientras no exista ese motivo, espero no regresar sino hasta los ultimos días de febrero, justo pa mi cumple (OOOObvio). Y, como me conozco, sé que voy a mandar otro post antes de irme, pero aviso antes lo de mi cambio de dire, por si acaso... uno nunca sé conmigo.