TE PERDÍ

LA CULPA FUE MIA

Ocurrió anoche, pero ahora a las 7 y media de la tarde, lo siento como si hubiese pasado solo hace unos miseros segundos. Su paso por mi, aun sigue vivo.

Anoche la perdí y lo que me reconforta es que fue con mis amigos.

Siempre supe a lo que iba.

Primero uno, luego el otro y el que sigue. Y asi, lentamente, pero sin parar, la fui perdiendo.

Mi mirada.

Mis párpados se pusieron pesados, muy pajeros, me parecía a Garfield, con los ojos a medio abrir. De esa forma quedé con la mirada perdida por toda la noche, el amanecer y la mañana. Enfocar se trasformó en un esfuerzo endemoniado que tardaba por montones.

Pronto el esfuerzo me agotó y decidí irme a la cama temprano, como a las 7.

Dormí plácidamente (la cama de agua -de la dueña de casa- que me quedó con tanta babita lo puede corroborar), hasta que el Tito me despertó con su cancionsita: Déjame bailar contigo la alegría linda del último vals... amoooor, amoooooooor. Vecinos descriteriados, ¿ no saben acaso, que hay gente decente que gusta de dormir por las mañanas?. Lo encontré una desfachatés. Que mala clase. Apenas las 12 de la mañana.

Y bueeee, ahi vino el dolor muscular, la hinchazon de la pansita y las molestias estomacales tipicas de cuando uno come por la madrugada. Entonces se me vino a la mente una canción muy graciosa: "Cuaaaaannnn-dooooo, laaaa guaaaa-tita dice no, para por favor, tómate un disfruta y (...). Re-fres-cantee-fer-ves-cen-te.... y suena así: ssssssssssssssss".

Sí, necesitaba una sal efervescente. Una sal y ver las fotos que nos tomamos (no, no las bebimos) para recordar lo que mi retina apenas videó...

...y este ha sido un post sin trascendencia como la mayoría de sus hermanos y la verdad es que poco me importa, porque este es mi blog.